A la sangría le pasa lo mismo que al Champagne
By Enric Ribera Gabandé
A la sangría española le pasa lo mismo que al Champagne francés, salvando muchas cosas, la básica es que una es refresco y el otro, copa ¿Por qué le pasa lo mismo? Pues por que el famoso y burbujeante líquido dorado solamente puede llevar el nombre Champagne escrito en la botella. Todo aquel vino que se elabora en la región del mismo nombre y que haya sido admitido por C.I.V.C. (Comité Interprofessiones des Vins de Champagne) es Champagne. Ningún vino más, ni tan solo el cava, o el espumante italiano u otro vino que se haya obtenido con el método champenoise, o sea con la doble fermentación, pueden lucir en su etiqueta la palabra mágica.
A partir de ahora, lo mismo le va suceder a la cabezona sangría española y portuguesa, después de que la Eurocámara diera luz verde a un reglamento que restringe el uso de la denominación de venta sangría únicamente a las bebidas elaboradas en España y Portugal. La legislación, aprobada por 609 votos a favor, 72 en contra y 4 abstenciones, no impide que se produzca sangría en otros países de la UE además de los referidos, pero en estos casos el término sangría solo se podrá utilizar como complemento de la denominación "bebida aromatizada a base de vino", seguida siempre del país de procedencia.
Ésta es, sin duda, una medida válida, ya que se debe preservar – en un mundo globalizado- a todos los elaboradores y fabricantes de productos frente a los plagios que cada vez más existen a nivel mundial. A cada uno hay que conocerle por su propio nombre, no confundir a los consumidores, ni que nadie se aproveche de la labor y prestigio cosechado a lo largo de años por empresas que no han cesado en su esmerado trabajo cotidiano.
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