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Emmentaler AOC se proclama campeón del mundo en el Concurso Mundial de Quesos
El certamen de Estados Unidos otorga la medalla de oro al queso suizo de Gérard Sinnesberger de la quesería Sinnesberger, en el cantón de San Galo El queso suizo Le Gruyère AOP logra el tercer lugar del podio
Barcelona, marzo de 2014.- Desde hace dos años, las queserías suizas brillan en el Concurso Mundial de Quesos que se celebra cada dos años en Madison (Estados Unidos).
Esta nueva edición ha otorgado el título de Campeón del Mundo al Emmentaler AOC de Gerard Sinnesberger, de la quesería Sinnesberger de Gams, una ciudad en el cantón suizo de San Galo.
Famoso por sus agujeros, el Emmentaler AOC debe su nombre al valle de Emme de Suiza, lugar del que es originario. Es el arquetipo del queso: grande y con agujeros. Las ruedas de Emmentaler pesan en torno a 100 kilos, y para elaborar una se necesitan más de 1.000 litros de leche cruda. Su gran tamaño se debe a que los queseros suizos, hace siglos, optaron por elaborar una sola rueda al día en lugar de varias para ahorrar en el pago de aduanas. El Emmentaler AOC es sometido a un proceso de maduración de 4 a 12 meses y posee un suave sabor a nuez.
El tercer premio ha recaído en otro queso suizo, Le Gruyère AOP de Michel Grossrieder, procedente de la quesería Moléson S.A. de la ciudad suiza de Orsonnensm, en el cantón de Friburgo.
Se trata de uno de los favoritos entre los suizos y uno de los quesos de Suiza más consumidos por los españoles. Es originario de la región de la Gruyère en los Pre-Alpes y se fabrica desde tiempos inmemoriales. Le Gruyère AOP ha sido objeto de numerosas imitaciones y durante décadas, productores de leche, queseros y maduradores lucharon para que Le Gruyère AOP fuese reconocido como el queso producido en la Suiza occidental. Una identidad que fue finalmente reconocida por la Unión Europea en el año 2010. En la actualidad, Suiza produce 29.000 toneladas anuales de Le Gruyère AOP, una parte importante de las cuales se exporta.
El jurado del Concurso Mundial de Quesos 2014, compuesto por miembros de todo el mundo, llevó a cabo la evaluación de 2.615 productos provenientes de 22 países y distribuidos en 89 categorías. Para disputar la final se seleccionaron 16 quesos entre los cuales se encontraban 3 suizos: Emmentaler Switzerland AOC, Le Gruyère Switzerland AOP y Urnäscher Hornkuhkäse.
QUESOS DE SUIZA: LOS MEJORES QUESOS, FAMOSOS EN TODO EL MUNDO
Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede fabricarse con aditivos químicos.
Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y forrajes.
La rigurosa normativa, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera. De esta manera, la denominación de origen suiza es garantía de un producto absolutamente natural.
Un producto garantía de calidad y salud
Ante la creciente demanda e inquietud del consumidor por conocer el origen de los productos que consume, Quesos de Suiza ofrece una seguridad ligada a la calidad de sabor y a su aporte a la salud. El reconocimiento mundial de los Quesos de Suiza se debe, no sólo a su sabor, sino a su alto valor nutritivo, su facilidad de digestión (la leche cruda mantiene la flora bacteriana presente de forma natural) y su gran aporte de calcio.
Los quesos suizos de corteza dura, como el Emmentaler AOC, Le Gruyère AOP y el Sbrinz AOP contienen más calcio que el resto de los quesos, mineral indispensable para la formación de los huesos y la salud dental. Según han demostrado diversos estudios, los quesos suizos son ricos en triptófano, un aminoácido que ayuda a prevenir y/o superar los estados depresivos, la ansiedad e incluso las fobias.
De esta manera, los Quesos de Suiza destacan como uno de los pocos productos que podemos encontrar en nuestros comercios que todavía se elaboran de forma tradicional y de los que se puede certificar su calidad 100% natural.
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