El Patronato de Promoción Económica ilerdense presenta la campaña "Lleida Qualitat"
Pretende elevar el nivel de autoestima hacia los productos alimenticios de calidad que producen estas comarcas catalanas
La campaña Lleida Qualitat puesta en marcha por el Patronato de Promoción Económica de la Diputación hay que aplaudirla. Es una buena manera de elevar el nivel de la autoestima hacia los productos alimenticios de calidad que tenemos -y muchos- en las diferentes comarcas leridanas.
Debemos -dicho sea de paso- que sacudirnos de encima y de una vez por todas el complejo que tenemos de que somos la cenicienta de no se donde…Ni de que. Nada de nada. Disfrutamos de casi todo, y casi todo es muy bueno. Justo por este tema es por el que valoro muy positivamente esta novedosa y bien planteada campaña de promoción de los productos que se hacen con inteligencia, con profesionalidad y siguiendo los métodos tradicionales.
Bienvenido sea el moderado chauvinismo a Lleida. Mucha falta le hace, por que éste -con moderación y bien entendido- es bueno para saber estimular y potenciar las cosas. Sirve -creo- para fijar un camino de futuro inmerojable en los diferentes sectores de la producción, entre otros, la agroalimentaria.
Tenemos vinos amparados por la DO Costers del Segre que han merecido reconocimientos nacionales e internacionales en catas y concursos. Desde el buque insignia, Raimat, hasta Castell del Remei, pasando por Vall de Baldomar, Vallbona de les Monges, y Bodegas Tomás Cusiné, sus vinos tienen el sello de una calidad organoléptica contrastada en el variopinto mundo de los enofilos.
Los aceites de oliva de las Garrigues, elaborados con la refinada aceituna arbequina, son productos delicatessen, de mesa noble y cocina educada. Los quesos de los Pirineos y los turrones de Agramunt, tienen un sabor peculiar que los identifica con la más tradicional y pura artesanía heredada de generación en generación a través de los tiempos.
Los embutidos son de primera calidad. Las frutas se postulan como símbolo productor frutícola español, un sabor que identifica a hombres y mujeres del campo leridano, a su sacrificado y cotidiano trabajo entre arados y tractores, entre perales y manzanos.
Capitulo aparte merece el "caviar" de Lleida, el caracol. Por que el caracol de Lleida manifiesta diferentes características que el de otras procedencias. No tiene ni la misma textura, ni el mismo sabor ni las mismas bondades gastronómicas que los de Ponent.
Con la campaña del Patronato, se me antoja que Lleida Qualitat debe ser una excelente manera de practicar la autoestima y la promoción de la despensa leridana y de sus singulares e inteligentes productores.
Enric Ribera Gabandé
E.mail: riberaenric@telefonica.net
www.rutasviajeras.com
www.gourmetvinos.com
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