|
«Inicio
La diosa Isis enseño el cultivo del olivo
En el siglo XI a.C, los comerciantes por excelencia de la antigüedad, los fenicios, llevaron el cultivo del olivar a la zona de la Península Ibérica, lo que es la actual Andalucía  Si nos formulamos la pregunta de qué es el oro líquido de la cocina española. Estoy seguro que la respuesta mayoritaria sería, sin ninguna clase de dudas, el aceite de oliva. Es oro, por que su precio -para algunos, no para mí- tiene equivalencia al del dorado metal. Es líquido, por que es grasa líquida, como es obvio. Pero si la pregunta estuviera en la dirección de saber que piensan muchos ciudadanos sobre el origen de éste, también estoy seguro que la respuesta más repetida sería, que se desconoce su procedencia. Vamos a desvelar algunos de los secretos antropológicos del mágico producto, y uno de los irrenunciables pilares de la dieta mediterránea, el aceite de oliva.
Los aceites de origen vegetal en la alimentación han acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. También, como combustible en la iluminación de los templos religiosos. Hay indicios que las primeras plantaciones de olivar se realizaron en el siglo V a.C en la inmensa área que va desde Canaán a Siria. Se sitúan estos árboles frutales en el Paleolítico Superior, hace de ello unos 14.000 años. No obstante, la producción de aceite de oliva se debe buscar en la zona del Levante mediterráneo, en toda la región Sirio-Palestina, cuando se comenzó a extraer aceite de aceitunas silvestres, aunque no se empezó a cultivar el olivo de forma sistemática en esta misma zona.
Sobre el año 2000 a.C, en Egipto se inicio el cultivo del olivo, empezando a utilizar el dorado líquido para fines cosméticos. Los egipcios señalaron a Isis como la diosa que enseño el cultivo del olivo a los hombres. Los propios egipcios fueron los que empezaron a comercializar el aceite de oliva. En el Antiguo Egipto, en las cámaras funerarias se representaban vasijas y ánforas con aceite de oliva. Más tarde, éste se iría extendiéndose por la zona mediterránea, formando parte de la trilogía: aceite, pan y vino.
A mediados del segundo milenio a.C., la producción de aceite llegó a Grecia a través de la conquista de Creta. En la civilización helénica posterior, que se desarrolló en la zona, el dorado líquido siempre tuvo un papel importante. En el siglo XI a.C, los comerciantes por excelencia de la antigüedad, los fenicios, llevaron el cultivo del olivar a la zona de la Península Ibérica, lo que es la actual Andalucía. Al poco tiempo, esta zona se convertiría en uno de los principales puntos de producción del producto oleícola. Fueron estos lo que implantaron la producción olivar en el Magreb y la Cerdeña. Roma lo introduzco a los confines del imperio romano.
Enric Ribera Gabandé
E.mail: riberaenric@telefonica.net
www.rutasviajeras.com
www.lacuinadecatalunya.cat
«Inicio |
         
|